LA PUBLICACIÓN DEL LIBRO, COMO ACLARA EL BLOG EN SU PORTADA, CORRERÁ A CARGO DE LA BRIGADA PARA LEER EN LIBERTAD, A LA CUAL PERTENECE EL AUTOR.
Sayuri Herrera Román, la defensora de derechos humanos que conduce el caso de Julio César a nombre de la familia, y a quien se debe esta libro, escribió un estupendo artículo introductorio sobre la tortura, que en adelante nos guiará,titulado El mensaje:
Sayuri Herrera Román, la defensora de derechos humanos que conduce el caso de Julio César a nombre de la familia, y a quien se debe esta libro, escribió un estupendo artículo introductorio sobre la tortura, que en adelante nos guiará,titulado El mensaje:
"Julio César Mondragón Fontes, estudiante de la normal rural de
Ayotzinapa, perdió la vida en la masacre de Iguala. Nunca fue entregado a grupo delictivo alguno, como supuestamente
ocurrió con sus 43 compañeros desaparecidos hasta hoy. Fue detenido, torturado
y ejecutado allí mismo por la policía municipal.
"El cuerpo no fue ocultado, sino expuesto, abandonado en una calle de
Iguala. Arrancado el rostro, extraídos
los ojos. Pronto esta imagen comenzó a circular en las redes sociales, alguien, no sabemos quién, le tomó una
fotografía que pronto se hizo pública. El mensaje fue enviado.
"Es importante recuperar las significaciones inscritas en el cuerpo de
Julio César, un mensaje que se ocuparon de allegarnos desde que le arrancaron
la vida. Esa forma de matar, la técnica ocupada, no se practicó y planificó
para no ser vista. Es la razón por la que abandonaron el cuerpo y no lo
ocultaron, así fue desde que se tomó la foto y se reprodujo.
"Los torturadores
La tortura ha tomado tales
proporciones que se ha convertido ya en un instrumento de gobierno. Uno que no debemos ignorar.
Las técnicas de tortura son enseñadas, mecanizadas y se exportan de un
país a otro. Hay un aprendizaje de la tortura, un entrenamiento en ello y los “expertos” van ofreciendo sus servicios
de “capacitación” de un gobierno opresor a otro. La tortura generalizada es
evidentemente un asunto político y económico, no solamente psicológico.
El psicoanalista Raúl Páramo Ortega, en el artículo “Tortura, antípoda de la compasión”, nos ofrece valiosas claves para comprender la magnitud de la tragedia
a la que nos enfrentamos, así como fundamentos para señalar la responsabilidad
del Estado mexicano por practicar la tortura y además generar, en distintos niveles
y dimensiones, condiciones favorables para la masificación de esta práctica.
Páramo comenta:
“Las explicaciones a nivel de psicopatología individual siguen
fracasando al querer caracterizar la personalidad del torturador. Ninguna
explicación individual basta porque en realidad la personalidad del torturador
corresponde a un tipo determinado de sociedad con la que se confunde. (…) si
algo tiene ese tipo de personalidad es precisamente no ser a-social sino
producto neto de un tipo de sociedad´.
"La sociedad que crea condiciones
propicias para la tortura es aquella educada para la competencia, el egoísmo,
la obediencia ciega, el autoritarismo y la violencia. Sin duda, todas esas
características las encontramos en el México de hoy.
"Por otro lado, señala que: ´El presupuesto fundamental, el
núcleo central para que la tortura sea tortura, es el que el otro esté a mi
merced. La disponibilidad –ciertamente forzada- del otro es condición previa
para la tortura. En la medida en que se dé la situación de impotencia total,
estará dada la invitación/seducción a cierto grado de tortura´.
CONTINÚA
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