martes, 28 de abril de 2015

Ojalá su sangre sea para el bien del pueblo. Raul Mondragón Chávez

"Ojalá su sangre sea para el bien del pueblo", dice don Raul Mondragón Chávez al inicio de este reportaje de TeleSur
Hay libros que en un anexo incorporan audio y video, y los virtuales lo hacen ya dentro del propio texto. Nosotros no podemos sumar la imagen y las voces que hay en en link señalado y nos perdemos las nociones de la vida en las entrevistas hechas en Tenancingo, estado de México, donde vive la familia de origen de quien poco a poco llamo Julio, aunque no pierda la conciencia de cuánto se me pierden sus veintidós años vividos. 
Los lugares comunes son una peste en nuestros tiempos y casi al comienzo el reportero suelta las que en México y otras muchas partes son frases manidas , pues hablan de una familia promedio:
-En esta zona humilde y campesina -se escucha, mientras la cámara recorre una zona de viviendas como centenares de miles en el país.
A continuación se orilla a que la familia cuente sus esfuerzos cotidianos: la casa levantada poco a poco, primero un espacio común, luego un cuarto, un segundo... 
Alguien mucho más sensible y natural resumió para entonces la historia familiar, que a la manera de la absoluta mayoría tiene un claro dejo alegre y de simpática ironía:
"... la casita campestre que se levanta al final de un callejón, en el pueblo de Tecomatlán, al pie del cerro del Calvario pegado a Tenancingo...
"La Mondragón Fontes es una familia de ideas progresistas. El abuelo, la mamá, un tío y su hermano menor son chicharroneros, oficio aprendido de un viejo pariente de Mexicaltzingo. “Hacer chicharrón en un pueblo de panaderos ¿se imagina?”, ríe don Raúl [el abuelo]. Y los maestros de la familia participan en las luchas magisteriales."
Por ello no se apenan en lo absoluto de su condición social, modesta pero lejana a la pobreza.





Han pasado ya muchos días del Día de Muertos, pero en la casita campestre que se levanta al final de un callejón, en el pueblo de Tecomatlán, al pie del cerro del Calvario pegado a Tenancingo, todavía “se recibe cera”. Según la costumbre local a los difuntos recientes se les expresa afecto llevándoles cirios. Es el hogar de Afrodita Mondragón Fontes, la madre de Julio César. 
 



 aje , apenasel reportaje  


"Ojalá su sangre sea para el bien del pueblo", dice don X Mondragón al inicio de este reportaje de TeleSur

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