miércoles, 3 de junio de 2015

Los expedientes

Los expedientes, así, en plural, hay que decir sobre lo que debiera ser un sólo caso en el aparato de justicia y está disperso en cuatro investigaciones, todas de ámbito local y no federal como exigen los hechos.
Sayuri Herrera pidió copia de ellos el Xxxx y le fueron entregados el xxx, por una serie de absurdas complicaciones burocráticas, usuales en nuestra aparato de justicia, aclara ella. 
Para no comprometer a la abogada con declaraciones que obstaculicen su trabajo, pedí a otros profesionales que explicaran esta práctica del retraso. La respuesta fue obvia: forma parte de una vieja inercia que complica extraordinariamente el tratamiento de una causa, favoreciendo a quien tiene poder, sin faltar los propios funcionarios de justicia.
El problema se multiplica si los acusados pertenecen a las fuerzas de seguridad y en el "caso Iguala" alcanza sus extremos. 
Los padres de Ayotzinapa tienen que batallar desde el primer día en busca de atención de las autoridades. Apenas el 29 de octubre, a un mes de los hechos, se contestó a su reclamo, en un acuerdo de diez puntos con el presidente Enrique Peña Nieto.
“En el punto de acuerdo número 2 –dice Cuitláhuac Mondragón, tío de Julio Cesar, el gobierno federal se compromete a: Se establecerá una Comisión Mixta de seguimiento e información integrado por personal a cargo de la investigación dentro de la Procuraduría General de la República, y de la Secretaría de Gobernación, a fin de establecer mecanismos ágiles para proporcionar toda la información necesaria a padres de familia, estudiantes, abogados y representantes de organizaciones civiles, con el objeto de respetar su derecho de coadyuvar en la investigación que se realiza por los hechos. Ninguna dependencia del Gobierno Federal dará información a la prensa sobre el avance de la búsqueda y de la investigación, sin notificar previamente a esta Comisión de seguimiento e información, por conducto, de la persona que para este efecto se designe.(x)”
El 4 de marzo el mismo Cuitláhuac muestra el nivel de desazón de la familia: Para nosotros ha pasado una eternidad desde que nuestro querido Julio César fue asesinado. Hemos esperado, pacientemente..."
Su declaración anterior forma parte de un texto escrito siete meses después, reclamando por la total desinformación en que se tiene a su familia. Por ejemplo, sobre el apresamiento el 26 de febrero del policía a quien se responsabiliza en solitario por la tortura y asesinato de Julio, del cual hasta ese 30 de mayo no tienen noticia oficial.
La familia toda teme presentarse en Iguala acompañando a Sayuri, pues si todos los cercanos a las cuarenta y ocho víctimas del 26-27 están bajo vigilancia abierta o solapa de quienes, funcionarios o no, quieren intimidarlos, a los Mondragón Fontes, como el resto de los cinco estudiantes muerto o heridos de gravedad, se los castiga además con el la irracional separación de sus procesos penales.
A Marisa el 12 de mayo la PGR la cita en nombre del acuerdo firmado y en lugar de informarla ¡la interroga sobre los 43 desaparecidos y así aparece como virtual sospechosa de ocultar un impreciso algo! 
Desde el inicio, ella, Cuitláhuac y Lenin, el hermano del joven, como Sayuri y otras y otros padres, defensores de humanos y periodistas señalaron con insistencia: la Procuraduría "no ha tomado directamente el caso, pese a que hemos pedido públicamente su intervención por la naturaleza del crimen". "Al parecer no les interesa abrir nuevas líneas de averiguación, ya que es más que claro que en el caso de mi hermano necesariamente hubo varios involucrado en su muerte", dice Lenin.
Sayuri es paciente y no logra evitar sin embargo la desesperación: no se presentan pruebas, no hay certeza jurídica del porqué se le imputa el delito a este policía recluido en un penal de Veracruz, cuyo caso no está incluido en el de los 22 policías que se encuentran presos en un Penal de Nayarit, imputados por los hechos. 
La tortura en México es generalizada -insiste-, pero particularmente en el caso de Julio César, muere a causa de esta y ese es el crimen que se pretende ocultar, porque detrás de él se encuentra el terrorismo de Estado, una pretensión de criminalizar a los jóvenes y una amenaza sobre los normalistas”.
Es tan obvia la mala fe del gobierno federal en el tema... "Fue un operativo sofisticado para borrar evidencias con un nivel de degradación de los huesos que hará difícil su identificación genética -escribe Marcela Turati a comienzos de noviembre-. Una operación maestra para borrar evidencias que contrasta con la exhibición del cuerpo desollado del normalista Julio César Mondragón Fontes, exhibido como trofeo de guerra, mientras sus compañeros fueron ocultados. Aún no se sabe la razón de esa diferencia." 
Y tercamente Cuitláhuac observa en espacios públicos: los expedientes para el caso son muy escuetos, dadas las características y la documentación que se tiene gracias a la valentía de la sociedad civil, quien la aportó de cuán peligroso es. 
"Para nosotros, los familiares, los términos legales se nos dificultan, pero alcanzamos a entender perfectamente por sentido común, que se trató de una ejecución extrajudicial. Y aparato de justicia no da muestras claras de voluntad por investigar, mientras desata una campaña mediática desinformadora que trata de hacer creer al pueblo mexicano y a los países del mundo que ya se hizo lo necesario y que los familiares somos los necios e incluso que la misma ONU exagera. El Presidente de la República ha dicho que en México no existe la tortura, ¿entonces qué calificativo le da a este crimen de lesa humanidad? Por medio de otras fuentes sabemos lo que hicieron con nuestro familiar." 
El libro inédito que escribí sobre la muerte de Digna Ochoa, a petición y con abundatísimo material de Felipe Casals, asesorado por Pilar Noriega, y la revisión del caso de los Hermanos Cereso, me familiarización mínimamente con los expedientes jurídicos. En su interminable, repetitiva verborrea que confía ahuyentar a los no iniciados, son minas de oro en lo que se descubre el nivel de torpeza al amparo de la impunidad al cual llegan investigadores policiacos, ministerios y demás. 
Por desgracia no tuve tiempo de consultarlos. Fue necesario entonces robarle tiempo a Sayuri para que nos explicara lo que hay en los cuatro relacionado con Julio César.
ENTREVISTA

     


1. Nuevamente pongo en cursivas la cita dentro de la cita, para facilitar la lectura. 
2. El desollamiento vivo, un ejemplo de la tortura en México. Texto entregado por Cuitláhuac a la prensa.

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